viernes, 1 de abril de 2011
Frase final del Vagabundo de las Estrellas (Jack London)
Debo acabar aquí. Me repito a mí mismo que no existe la muerte. La vida es el espíritu, y el espíritu nunca muere. Sólo la carne es perecedera y se transforma lentamente en el fermento químico que lo guía hasta una nueva materialización: es el fluir constante de la materia que toma una nueva forma que también volverá a diluirse, porque sólo el espíritu perdura y evoluciona a lo largo de sus sucesivas e interminables encarnaciones en su ascenso hacia la luz. ¿Qué seré yo cuando renazca? Es la eterna pregunta...
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